¡Vuelven los mitos, leyendas y verdades sobre la cirugía estética! Acá te contamos las verdades y los mitos de las prótesis mamarias y el por qué hacerse una liposucción no es sinónimo directo de adelgazar, ahora queremos que acabes de una vez por todas con esos fantasmas que rodean a la cirugía estética.
Te sacaremos de duda con estos conceptos erróneos que aún hacen que la sociedad considere la cirugía estética como algo negativo, porque al fin y al cabo es una decisión personal tan normal como cualquiera de las otras tantas que tomas a diario aunque ¡ojo! Esto requiere una meditación mayor, nunca diremos lo contrario.
1. Los resultados son antinaturales
Falso
Los resultados de una cirugía plástica no son artificiales siempre y cuando se deposite nuestra confianza en personal profesional y certificado.
Un buen cirujano tiene la capacidad de aconsejar al paciente acerca de cuál es el punto exacto para que su cirugía plástica ponga fin a sus complejos sin incurrir en resultados artificiales. Por ello es esencial que el paciente deposite su confianza en su médico y sea consciente en todo momento de cuál será la diferencia entre sus aspiraciones y los resultados reales.
2. Cada vez son más hombres los que se realizan cirugías estéticas
Verdadero
¿Y por qué no debería ser así? A todo el mundo le gusta sentirse cómodo con su aspecto exterior y cada vez son más los que deciden deshacerse de los clichés impuestos por la sociedad que hacen que exista cierto rechazo a los hombres que cuidan su físico.
La parte del cuerpo que más suele acomplejar a los hombres son sus pectorales y por ello la ginecomastia es uno de los tratamientos más demandados, junto a la rinoplastia y la otoplastia.
3. La cirugía estética permite calcar los rasgos faciales de otras personas
Falso
Las licencias de guión son una cosa y la realidad es otra muy distinta. Para ser igualita a tu celebrity favorita podrías ponerte en mano del equipo de maquilladores y peluqueros de ‘Tu cara me Suena’ o del de las cientos de películas en las que Eddie Murphy es capaz de interpretar a 20 personajes distintos con rasgos físicos totalmente opuestos, sin embargo si esas son tus aspiraciones, no acudas a una clínica de cirugía estética.
Tus aspiraciones puede que no encajen con tu estructura osteocartilaginosa y puede que la nariz de Elsa Pataky no quede bien con el resto de tu rostro, puesto que la armonía facial de cada persona es única y depende de sus proporciones naturales. El criterio del cirujano en esta parte es esencial y te ayudará a entender que quizá la forma de tu nariz no pueda ser modificada como la que le sale a Blake Lively en las fotos sobre la alfombra roja.
4. La cirugía estética es adictiva
Falso
La mayoría de nuestros pacientes de cirugía pasan una sola vez por quirófano para solucionar un problema en concreto.
Sí que es cierto que hay ciertos trastornos de la personalidad que hacen que la cirugía se convierta en una adicción más, pero se da en casos aislados de trastornos adictivos o dismórficos y el cirujano ha de ser capaz de detectarlos y de hablar con los pacientes para hacerles entender el problema ya que esto puede derivar en complicaciones serias para su salud.
Por otro lado, los pacientes de medicina estética sí que son recurrentes, pero esto se debe a que estos tratamientos son de carácter temporal -como la eliminación de arrugas y los rellenos faciales- y necesitan de al menos una sesión de recuerdo al año para mantener los resultados.
5. Las suturas de las cirugías estéticas no dejan cicatriz
Verdadero
Los cirujanos estéticos realizan un tipo de sutura que no deja cicatriz ya que se realiza de forma intradérmica, de tal modo que una vez que se retiran los puntos la marca que dejan es prácticamente imperceptible.
En adición tras la cirugía se realiza una revisión de la cicatriz en la que elimina el tejido cicatricial haciendo que la marca quede orientada en el sentido de las propias arrugas y pliegues de nuestra piel, para posteriormente volver a cerrarla con meticulosidad y materiales de sutura especiales para cirugía estética, que hacen que la cicatriz se haga invisible.